Las telas hechas de fibra de poliéster tienen buena elasticidad, resistencia a las arrugas, retención de forma, excelente rendimiento de lavado y uso y durabilidad, etc., por lo que se utilizan ampliamente en todo tipo de telas para prendas de vestir.
Se obtiene mediante la reacción de ácido dicarboxílico con un alcohol dihídrico. Este material base se puede utilizar para fabricar diversos artículos, desde botellas de refresco hasta barcos, así como fibras para ropa. Al igual que el nailon, el poliéster se hila por fusión; este proceso permite fabricar fibras de diferentes formas y tamaños para aplicaciones específicas.
Se puede usar para vestidos de moda, pero es especialmente admirado por su resistencia a las arrugas y su fácil lavado. Su resistencia lo convierte en una opción frecuente para la ropa infantil. El poliéster se suele mezclar con otras fibras como el algodón para obtener lo mejor de ambos mundos.






